SUPERINTENDENCIA DE CASINOS DE JUEGO INCREMENTARÍA EN 17,39 % SU PRESUPUESTO EN 2013

De aprobarse el Proyecto de Ley de Presupuesto 2013, que el Gobierno ingresó este domingo en la Cámara de Cámara de Diputados para dar inicio a su tramitación y que deberá ser despachado antes del 30 de noviembre próximo, la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) incrementaría su presupuesto en 17,39 % -pasando de $ 3.125 millones en 2012 a $ 3.668 millones en 2013-.

Lo anterior es de suma relevancia para el organismo, ya que luego de la instalación y entrada en operaciones de los 17 casinos de juego autorizados al amparo de la Ley N° 19.995 –ubicados en las comunas de Calama, Antofagasta, Copiapó, San Antonio, Rinconada, Mostazal, San Cruz, Talca, Pinto, Talcahuano, Los Ángeles, Temuco, Valdivia, Osorno, Castro, Coyhaique y Punta Arenas-, uno de los principales desafíos de la Superintendencia es fortalecer la fiscalización de éstos, considerando todos los aspectos relacionados con la explotación de los juegos de azar.

Para ello, es necesario fortalecer la estructura del organismo y mejorar sus procesos y sistemas de trabajo, por lo que el aumento del presupuesto solicitado para la Superintendencia se explica, entre otros aspectos, por el incremento de iniciativas de inversión, dentro de las cuales se contempla la fase de ejecución e implantación de los sistemas y modelos obtenidos a través del proyecto de diseño previo y que dotará a la institución de sistemas de apoyo a procesos claves de Fiscalización, Mantención del Catálogo de Juegos, Mantención del Registro de Homologación, Elaboración de Estudios y Publicaciones, Sanciones, Elaboración de Normativa y Gestión Documental. 

Asimismo, otro de los proyectos de relevancia que se ha propuesto la Superintendencia y que explican la solicitud de aumento presupuestario es el desarrollo e implementación de un nuevo modelo de Supervisión Basada en Riesgos (SBR), que contempla el diseño de una metodología que facilite el monitoreo permanente del estado de los riesgos en los casinos de juego y permita orientar las acciones de fiscalización eficientemente, para reducir su exposición neta a los riesgos que inherentemente enfrentan.